"El hombre no es totalmente dueño de su destino. El hombre también es hijo de las circunstancias, de las dificultades, de la lucha. Los problemas lo van labrando como un torno labra un pedazo de material. El hombre no nace revolucionario, me atrevo a decir". Revolucionario para unos, dictador para otros, amado y odiado, Fidel Castro se convirtió en un símbolo de la resistencia contra el imperialismo estadounidense, desde 1959 cuando derrocó al dictador Fulgencio Batista. En 1962, el presidente John Kennedy ordenó el bloque económico de Cuba.
Fidel Alejandro Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926 en la finca Manacas, en Birán, Mayarí, actualmente provincia de Holguín. Su padre Angel Castro Argiz, nacido en Galicia, era un soldado analfabeto, que fue enviado a la isla en 1898, durante la guerra de la independencia. Regresó a España y luego retornó a Cuba, Se empleó como obrero de la United Fruit Company y tras independizarse, se convirtió luego en un poderoso hacendado. Castro estudió en colegios jesuitas.
"Creo que muy temprano, en la escuela, en mi casa, empecé a ver y a vivir las cosas que eran injustas. Tengo una imagen imborrable de lo que era el capitalismo en el campo. Nunca podrán borrarse de mi mente las imágenes de tantas personas humildes, hambrientas, descalzas que vivían en Birán y en los alrededores, en especial los trabajadores de las grandes empresas azucareras norteamericanas... Fui tomando conciencia. Adquirí un profundo sentido de la justicia, una ética, un sentido de la igualdad. Todo eso, además de un temperamento rebelde, debió ejercer una fuerte influencia en mi vocación política y revolucionaria", le contó Castro a Ignacio Ramonet, director de 'Le monde diplomatique'.
El asalto al Moncada
En 1952 Fulgencio Batista había dado su segundo golpe de Estado derrocando a Carlos Prío Socarrás. El 26 de julio de 1953 con un grupo de unos 120 hombres intenta tomar por asalto el cuartel Moncada en Santiago de Cuba, pero es derrotado. Muchos combatientes son asesinados y el resto es apresado. Durante el juicio que se le sigue por esta causa, pronuncia su famosa defensa conocida como 'La historia me absolverá', donde expone su programa político y revolucionario.
Es sentenciado a 15 años en prisión en Isla de Pinos, pero sale en libertad 22 meses después gracias a una amnistía. Se exilia en México donde conoce a Ernesto 'Che' Guevara. El 2 de diciembre de 1956 regresa a Cuba al mando de 81 expedicionarios en el yate Granma. Pocos días después, los rebeldes son sorprendidos en Alegría de Pío y prácticamente aniquilados.
El 18 de diciembre de 1956 los sobrevivientes logran reunirse nuevamente en la Sierra Maestra para comenzar la lucha. La guerra dura apenas dos años y Castro entra triunfante en La Habana el 8 de enero de 1959. El 16 de febrero asume el cargo de Primer Ministro. En abril de 1961 ante la inminencia de la invasión patrocinada por la CIA, declara el carácter socialista de la revolución durante una concentración popular en La Habana.
Luego, dirige personalmente las tropas que derrotan, en menos de 72 horas, la invasión en Playa Girón.
Cuatro mujeres
Poco se conoce sobre las mujeres de Castro. Se casó en 1948 con Mirtha Díaz Balart, con la cual tuvo un hijo. Luego compartió su vida con Natividad Revuelta, una mujer que le salvó la vida en su época de guerrillero; Celia Sánchez a la cual estuvo unido durante 23 años, y con Dalia Soto del Valle -según la periodista brasileña Claudia Furiati, autora de la biografía 'La historia me absolverá'-, una maestra que conoció en los años 60 durante las campañas de alfabetización.
Los biógrafos afirman que Celia, que murió en 1980, fue la mujer más importante en su vida. En sus nueve décadas de existencia, Castro vio pasar a diez presidentes estadounidenses por la Casa Blanca; dos veces se reunió con el papa Juan Pablo II; envió tropas a Africa para apoyar gobiernos comunistas. A menudo se le criticó la persecución de sus opositores -los cuales encarceló o hizo fusilar- o la falta de libertad de expresión que motivó el éxodo de muchos cubanos a Miami. Para unos un héroe, para otros, un dictador, Fidel Castro seguramente conservará un lugar en la historia.